SuaveG – The Gentle Path

Dao De Jing – Capítulo 8

Desde el primer capítulo del Dao De Jing, Laozi establece la inefabilidad del Dao: “El Dao que puede ser nombrado no es el Dao eterno”. Para facilitar su comprensión, en el capítulo VIII recurre a la metáfora del agua, cuya conducta virtuosa encarna el paradigma del cultivador daoísta.

“El agua beneficia a los diez mil seres sin competir, permanece en lugares que los hombres desprecian”. Su naturaleza fluida manifiesta doble sabiduría: ausencia de rivalidad y carencia de resentimiento.

La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.

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