El apego al yo, término budista que designa la obsesión subjetiva por un ego ilusorio.
Este apego a la quimera genera sufrimientos artificiales al:
Crear dualidad
Separación del ser respecto al todo;
Dinámica de confrontación: Yo vs. Otros
Generar distorsiones
Ilusión de superioridad jerárquica
Búsqueda patológica de validación externa.
El favor y la desgracia inquietan por igual.
La fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo.
¿Qué quiere decir: favor y desgracia inquietan por igual ?
El favor eleva y la desgracia abate.
Conseguir el favor es la inquietud.
Perderlo es la inquietud.
Este es el sentido de «favor y desgracia inquietan por igual»
¿Qué quiere decir: la fortuna es un gran dolor como
nuestro cuerpo?
La causa por la que padezco dolor es mi propio cuerpo.
Si no lo tuviese,
¿qué dolor podría sentir?
Por esto, quien estime al mundo igual a la fortuna de
su propio cuerpo,
puede gobernar el mundo.
Quien ame al mundo como a su propio cuerpo,
se le puede confiar el mundo.
El apego ilusorio a la identidad personal genera sufrimiento existencial. Esta falsa dicotomía entre ‘yo’ y ‘otros’ engendra confrontación, alimentando la ilusión de superioridad y la dependencia de validaciones externas.
Solo al desprenderse del apego al ego se alcanza la liberación.
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