En Viaje al Oeste, ¿es Wei Zheng un mortal o un dios?
En Viaje al Oeste, el personaje Wei Zheng tiene una doble identidad. Por un lado, es el Primer Ministro de la Dinastía Tang, y por otro, es un emisario del Palacio Celestial. En otras palabras, Wei Zheng es a la vez un mortal(ser humano) y un inmortal(ser divino).
La identidad de Wei Zheng en el Cielo estaba bien oculta. Antes de que el Rey del Dragón del Río Jing fuera a ver al Emperador Taizong de Tang, el Emperador Taizong no sabía que Wei Zheng tenía otra identidad.
El Rey Dragón del río Jing, sin embargo, no regresó a su mansión de agua. Esperó, suspendido en el aire, hasta la hora de Zi(la hora de la Rata, 11 pm-1 am). Descendió entonces de las nubes y se dirigió a la puerta del palacio. En aquel mismo momento el Emperador Tang estaba soñando que se encontraba fuera del palacio paseando entre las sombras de flores que proyectaba sobre el suelo la luna. El Dragón tomó la forma de hombre y corrió hacia él. Tras echarse rostro en tierra, empezó a gritar:
—¡Misericordia, majestad! ¡Sed clemente con mi vida!
—Si supiera quién eres —respondió Tai Zong—, tal vez podría acceder a tu petición.
—Como vos, también yo soy un dragón —gimoteó el principal habitante del río Jing—. La maldición pesa ahora sobre mi cabeza, porque desobedecí la orden del cielo. En consecuencia, vuestro súbdito el juez Wei Zheng ha recibido el mandato de ejecutarme, por haber atentado contra el orden cósmico. Ésa es la razón por la que ahora acudo a vos, pidiendo clemencia.
—Si, como dices, Wei Zheng va a ser el encargado de hacer justicia —concluyó Tai Zong—, ten por seguro que tu vida no correrá el menor peligro. Márchate y deja de preocuparte.
— Viaje al Oeste
Como dios, es juez en la tierra que tiene el deber de llevar a cabo la voluntad del Palacio Celestial, como ser asignado por el Emperador de Jade para decapitar al Rey Dragón del río Jing, que había violado las leyes del cielo.
El Emperador Taizong de la dinastía Tang empleó estratagemas para retener a Wei Zheng, impidiéndole tener tiempo para matar al Rey Dragón del río Jing. Sin embargo, Wei Zheng logró matar al Rey Dragón mientras su alma estaba fuera de su cuerpo.
—Este dragón —contestó Wei Zheng, echándose rostro en tierra — acaba de ser ejecutado por vuestro humilde siervo, mientras dormía.
—¿Mientras dormías? —repitió el Emperador, entre temeroso y sorprendido—. Mientras dormías no aprecié el menor movimiento de tu cuerpo. Ni siquiera te vi echar mano de la espada o la cimitarra. ¿Cómo pudiste ejecutar a ese dragón?
—Aunque mi cuerpo se encontraba junto a vos, con los ojos cerrados y volcado sobre el tablero de ajedrez, la verdad es que mi espíritu abandonó mi cuerpo. Una nube sagrada le estaba esperando y le llevó hacia el barracón de ejecución de dragones. Los soldados celestes le habían atado ya y mi espíritu no tuvo más que decir: ¨Se te ha condenado a muerte por haber desobedecido las órdenes del cielo. Por mandato del mismo voy ahora a poner fin a tu vulgar vida¨. El dragón escuchó la sentencia temblando. Encogió después las garras y así esperó la muerte. El espíritu de vuestro siervo se arremangó la túnica, echó un paso atrás y levantó la espada, que dejó caer al instante con fuerza sobre el cuello del acusado. Así se explica que haya descendido de los cielos esa cabeza de dragón que tenéis ahí delante.
— Viaje al Oeste
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