En la novela Viaje al Oeste, Sun Wukong, el Rey Mono, aprendió varias habilidades y conocimientos importantes de Subhuti, su primer maestro. Algunos de los aspectos más destacados incluyen:
Conocimientos Taoístas y Budistas
Subhuti era experto tanto en prácticas taoístas como budistas, y compartió su sabiduría con Sun Wukong.
Transformaciones Terrenales Setenta y Dos
Subodhi enseñó a Sun Wukong la habilidad de transformarse en diferentes formas, lo que le permitió cambiar su apariencia a voluntad. Los Transformaciones Terrenales Setenta y Dos le permitieron evitar Las Tres Calamidades.
Saltos de Nube
Sun Wukong aprendió a viajar grandes distancias en un solo salto, lo que le permitía recorrer 108,000 li (una distancia de aproximadamente 54,000 km) de un solo salto y escapar rápidamente cuando su vida estaba en peligro.
Inmortalidad
A través de prácticas taoístas, Subhuti otorgó a Sun Wukong la capacidad de vivir una vida extremadamente larga y mantener una apariencia juvenil. En el primer capítulo de Viaje al Oeste, Sun Wukong escuchó al leñador cantar una canción sobre el Huang Ting Jing, pensó que el leñador era un dios. El leñador aprendió esta canción de Subhuti. En forma de una canción de siete palabras, este libro expone los principios del cultivo de la salud taoísta, y ofrece métodos para cultivar la longevidad y la inmortalidad.
Sin embargo, el secreto más importante de la longevidad está implícito en ese poema, La Gran Fórmula de los Inmortales Celestiales.
La Gran Fórmula de los Inmortales Celestiales
La fórmula abarca elementos del confucianismo, el budismo y el taoísmo, y representa un camino profundo y extraordinario. En lugar de vida eterna, otorga longevidad y la capacidad de envejecer con gracia manteniendo una apariencia juvenil, permitiendo al individuo alinearse con el orden natural del universo.
Se refiere al hecho de que la esencia o el propósito de todo sigue siendo el mismo, a pesar de las muchas variaciones de forma. Si uno es capaz de darse cuenta de la esencia, es capaz de atravesarlo todo.
Tanto la mente como la vida se cultivan, y ambas no deben descuidarse. El taoísmo cree que la mente como la vida tienen el mismo origen, pero diferentes nombres.
La clave del mantenimiento y cultivo de la salud y longevidad reside en el cultivo sin pérdida de Jin, Qi y Shen.
Lao Zi ha dicho:
¿Serías capaz de mantener cuerpo y espíritu unidos sin que se separen un instante?
¿De conseguir respirar con la suavidad de un recién nacido?
¿De limpiar tanto tu mirada que puedas ver en lo hondo del misterio sin una sola mota interpuesta?
— Tao Te Ching
Esta cita proviene del capítulo 10 del Tao Te Ching y habla sobre la armonía entre el cuerpo y el espíritu, la pureza y la simplicidad infantil, y la claridad de la mente.
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