Diálogos entre el pescador y el leñador

En el noveno capítulo de Viaje al Oeste, se dedica un gran espacio al diálogo entre un pescador y un leñador, Zhang Shao y Li Ding.

Curiosamente, en la antigua China existía un libro llamado “Diálogos entre el Pescador y el Leñador”. ¿Podría ser que el autor de Viaje al Oeste incluyera este diálogo como una referencia a dicho libro? Anteriormente mencionamos que el inicio de Viaje al Oeste cita un libro por Shao Yong de la dinastía Song, que expone muchas ideas sobre la creación del universo. Y precisamente, el libro “Diálogos entre el Pescador y el Leñador” también fue escrito por Shao Yong y es igualmente muy conocido.

Diálogos entre el pescador y el leñador
Diálogos entre el pescador y el leñador

De hecho, las figuras del pescador y el leñador son muy apreciadas en la cultura tradicional china. Por ejemplo, tanto Zhuangzi como Qu Yuan escribieron textos elogiando al pescador. La figura del pescador suele asociarse con la sabiduría, ermitaños, por ejemplo Jiang Ziya, Fan Li,Yan Ziling, mientras que la del leñador se relaciona generalmente con ermitaños e inmortales. Un total de cinco leñadores aparecen en Viaje al Oeste, lo que demuestra el gusto del autor por esta profesión.

La alusión más famosa al leñador en la antigua China es, por supuesto, “观棋烂柯”, que se traduce como “mirando el ajedrez hasta que el hacha se pudra”.

En el antiguo China, vivía un hombre llamado Wang Zhi durante la Dinastía Jin. Un día, mientras recolectaba leña en las montañas, se adentró profundamente en el Monte Shishi.

Allí, Wang Zhi se encontró con niños que jugaban al Weiqi chino(un antiguo juego de estrategia chino similar al ajedrez) y cantando al mismo tiempo.

El niño le dio algo con forma de grano de dátil a Wang, y después de que éste lo hubo tragado, se sorprendió de que ya no sintiera hambre. Al cabo de un rato, el muchacho le dijo: “Es hora de que regreses a casa”.

Al darse cuenta de que había venido a buscar leña, Wang recogió su hacha y encontró que la hoja estaba oxidada y el mango podrido. Al regresar a su aldea, descubrió que todo había cambiado. Sus contemporáneos no volverán a encontrarse.


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