Si visitas la Ciudad Prohibida en Beijing, es posible que te encuentres con gatos. Se dice que hay casi 200 gatos viviendo en la Ciudad Prohibida. Hace 600 años, desde la dinastía Ming, comenzaron a criar gatos allí. Existe una institución especial para gestionar los gatos en el palacio, conocida como la ‘Sala de los Gatos Imperiales’. El emperador más amante de los gatos en la historia fue el Emperador Jiajing. Le encantaban los felinos y coleccionaba gatos con patrones inusuales. Sus dos gatos favoritos se llamaban Shuangmei y Lión.
Shuangmei era como el guardaespaldas personal del Emperador Jiajing y lo acompañaba constantemente. Cuando el emperador descansaba, Shuangmei permanecía a su lado y esperaba a que se despertara antes de comer o hacer sus necesidades. Ambos gatos recibieron un entierro digno después de su muerte. El Emperador Jiajing incluso escribió una inscripción para Shuangmei y encargó un ataúd de oro para Lión.
Ahora, volviendo al tema, ¿hay gatos demoníacos en la novela Viaje al Oeste? Curiosamente, la novela fue escrita durante el reinado del Emperador Jiajing. Sin embargo, debido a las creencias culturales de la época, no encontrarás gatos demoníacos en Viaje al Oeste. La historia presenta demonios como tigres, ciervos, cabras, serpientes, bueyes, escorpiones, ciempiés, leones, elefantes, ratones, zorros, conejos, arañas, entre otros, pero no hay demonios gato. El gato montés que aparece en la novela de Viaje al Oeste es un alias del tigre.
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