La curación procede de los océanos: Significa que la única forma de buscar un remedio milagroso es ir las islas inmortales en el mar.
Logré convencerle para que dejara en libertad al monje Tang y a sus seguidores, pero a cambio me exigió que le devolviera un árbol nuevo. Se inició, así, un período de tregua. Fue entonces cuando recordé el dicho que reza «la curación procede de los océanos» y decidí venir a haceros una visita a este lugar tan encantador en el que tenéis la suerte de habitar. Si disponéis de algún remedio para hacer revivir el árbol del ginseng, os ruego me lo transmitáis, pues me resulta extremadamente duro ver a mi maestro sufriendo por algo que no ha comedido.
— Viaje al Oeste
La historia de la que hablas tiene su origen en la leyenda de que el emperador Qin Shi Huang envió a un hechicero en busca del elixir de la inmortalidad en el mar. Se dice que Qin Shi Huang hizo todo lo posible por encontrar una forma de vivir eternamente. El hechicero Xu Fu afirmó que en el mar había tres montañas mágicas: Penglai, Fangzhang y Yingzhou, donde vivían seres inmortales. En el año 219 a.C., Qin Shi Huang envió a Xu Fu con tres mil niños y niñas, provistos de tres años de provisiones, ropa, medicinas y herramientas, para buscar la inmortalidad en el océano.
En Viaje al Oeste, para salvar un árbol de frutos de ginseng, viajó al mar y visitó varias islas mágicas, incluyendo Penglai, Fangzhang y Yingzhou. Finalmente, con la ayuda de Guanyin, logró revivir el árbol y obtener el conocimiento necesario para salvarlo.
Cabe mencionar que Sun Wukong también buscó la inmortalidad. Tanto Sun Wukong como Qin Shi Huang, tras ser coronados reyes y disfrutar de todas las glorias y riquezas, luego tuvieron mucho miedo a la muerte, por lo que buscaron el camino de la inmortalidad.
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